MARIO A. DE LA FUENTE FERNANDEZ

MARIO A. DE LA FUENTE FERNANDEZ
FIRMANDO AUTOGRAFOS

miércoles, 20 de enero de 2010

LECCION XII

LECCION DUODECIMA.
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PROCEDIMIENTOS DE LAS REFUNDICIONES.
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Es necesario pensar en los millares de combinaciones que pueden proporcionar las palabras en sus encuentros, sus choques, sus cambios de lugar; romper las frases largas, soldar las frases cortas para hacerlas largas, cambiar los indicativos en participios enumerativos y recíprocamente; ver por la lectura, los recursos que han empleado los brillantes escritores.

El primer trabajo que debe hacerse en un primer bosquejo es el de la limpieza: cribar, ajustar, limpiar el estilo, pasar por agua el fin, desembarazarlo de todo lo que estorba.

Tomemos un fragmento de un escritor contemporáneo. Podrá pasar como un primer bosquejo, y como tal lo consideraremos.

No haremos más que borrar lo que sea inútil e invertir lo que puede ser traspuesto.

TEXTO IMPRESO TEXTO REHECHO.
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Nada más interesante que Nada hay tan interesante
la llegada de los carromatos como la llegada de los
de saltimbanquis. Entre esos carromatos de saltimbanquis
vehículos, los hay que son de Los hay de un lujo inusitado
un lujo inusitado; se ven cor- : cortinas en las
tinas bordadas en las ventanas, ventanas, interior relu-
y en el interior todo es relu- ciente de espejos y dorados
ciente de espejos y dorados. Lo que seduce es el viejo
Pero lo que nos seduce con y clásico carromato, de
preferencia es el viejo y clí- un verde puerro, mal asen-
sico carromato, de un verde de tado sobre sus ruedas,
puerro, mal asentado sobre sus los postigos cerrados
ruedas, teniendo sus postigos por un mal calicó y en
cerrados por un mal pedazo de las varas trapos que
calicó y sobre las varas colgados se secan. En la delantera
secándose algunos trapos. En la cuelga una jaula en la
delantera está colgada una jaula una cotorra come lechuga.
estropeada, en la que hay una co-
torra que desmenuza una hoja de
lechuga.


He ahí las correcciones hechas en el primer bosquejo, el que , a su vez , sufrir otras y otras, hasta llegar a un mayor grado de perfección posible.

Una vez escrita la segunda inspiración es necesario dejarla reposar, para volverse a ocupar de ella lo más tarde posible, cuando la materia ya está fría. Entonces, se hace en el segundo bosquejo la misma operación que en el primero. No hay que olvidar que lo que forma la magia del estilo es la condensación, la fuerza, el ajuste, la originalidad, el relieve, cualidades que no se obtienen más que por retoques y refundiciones sucesivas y por una poda continua .

Simplifíquese aún las fórmulas, calculase las expresiones, muéstrese más rigor, no se deje nada de lo que pueda parecer vulgar.

Véase bien si, en cada palabra, no se podría poner una locución más fuerte. Piénsese en el valor de los verbos y los sustantivos que engrandecen el estilo de Bussuet. Búsquese la palabra justa, ahóndese la idea para ver si hay en el fondo de ella algo que aun no se haya visto o dicho.

No se abandone una frase hasta que se le haya dado toda la perfección posible por el ajuste, el brillo , la naturalidad.

Cuando ese trabajo esté terminado y re copiado, juzgaremos si no hay que hacer un tercer esfuerzo, y casi siempre sentiremos la necesidad de hacerlo.

Entonces habrá que examinar cosas más generales: el equilibrio del fragmento, la variedad de los giros, la fluidez, la armonía definitiva. No se aprecia bien un fragmento más que cuando en el no hay enmiendas ni tachaduras. Por eso es muy bueno, para desorientar al autor, que la obra retocada sea finalmente copiada, digitada por mano ajena. Por eso Balzac corregía su estilo en las pruebas de impresión. Como la nitidez de lo impreso hace resaltar los defectos de ejecución, le obligaba a ver que su trabajo no estaba a punto, y no tenia más remedio que retocarlo .

Una vez terminado este TALLER, se lo entregué a una digitadora para que me corrigiera la conversión computacional, con la advertencia de que, si encontraba algún error, podía corregirlo, pero, metió tanta mano en el trabajo y tantos errores, que prontamente tuve que corregir su corrección. Obvio, significó pérdida de tiempo y dinero.

Vigílese la factura general, revéase el conjunto, compruébese sin cesar las repeticiones. Tener talento es comprender que se puede hacer mejor, y poseer los medios intelectuales de realizar la perfección que se sueña. Los verdaderos artistas no se desalientan, y esa perseverancia es la que constituye la piedra del toque del estilo . Un estilo es bueno cuando ya no se le puede retocar más; una frase es definitiva cuando no se la puede rehacer.

El limite de ese esfuerzo es evidentemente individual. La exigencia se detiene donde termina el talento.

Mi prosa me parece excelente, pero otro puede corregirla. Cada uno escribe según sus medios. Las operaciones del espíritu son las mismas para todos; pero no todos tienen el mismo talento.

La unanimidad de admiración y la impotencia universal para concebir otros estilo son, por decirlo así, la consagración de ese estilo.

El mejor escritor no podrá mejorar el estilo de Pascal. Se puede desafiar a cualquiera que se agregue o quite una sola palabra. La característica de lo bello consiste en que es indestructible.

Para saber si tenemos el derecho a estar satisfechos de nuestro trabajo busquémonos un maestro esclarecido, un amigo clarividente, leámosle nuestra obra, sometámosla a su juicio, escuchemos sus consejos y hagamos los cambios que nos indique.

Ningún escritor, salvo los grandes genios, llega a verse a sí mismo. Los mejores espíritus no están en condiciones de juzgar sus propias obras. Un critico sincero es un tesoro precioso. debemos considerarnos dichosos si lo encontramos.

No seamos rebeldes a los " peros " que se nos pongan. La marca del talento consiste en la mayor o menor aptitud de distinguir los defectos que se nos señalan.

La docilidad a los consejos de otros prueba la amplitud del espíritu, el sentido del oficio y la inteligencia, pues nada cuesta tanto como sacrificar lo que se ha escrito y cortar lo que se crea bueno.

Por todo lo anterior, es que el verdadero artista más, el que se precie de intelectual, debe estar lo más alejado posible de una actitud de soberbia y comercializada ,y es , la humildad, la actitud mágica para el éxito en casi todas las artes, pero sobre todo en la literatura.


TRABAJO: REFIÉRASE A LAS CONJUNCIONES E INTERJECCIONES.-


No menos de 5.000 dígitos.

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